domingo, 23 de junio de 2013

Leyenda venezolana- "El silbón"

El Silbón es un personaje legendario de Venezuela, especialmente de Los Llanos; descrito como un alma en pena. La leyenda del Silbón habría surgido a mediados del siglo XIX.
En las tierras de Guanarito se oye la leyenda del fantasma de un joven que asesinó a sus padres, y por ello está condenado a vagar como un alma en pena eternamente con un saco lleno de los huesos de sus progenitores o de sus mas recientes victimas . Si nadie puede escucharlo, cobrará una víctima al día siguiente.
Tiene un silbido característico que se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en ese mismo orden subiendo el tono hasta fa y luego bajando hasta la nota si. Se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el silbón está lejos, pero si se escucha lejos es porque está cerca. También se dice que escuchar su silbido es presagio de la propia muerte. Puede estar en cualquier sitio en cualquier hora. 
El Silbón acostumbra a salir en el mes de mayo, usa un sombrero grande y al sentarse las rodillas sobrepasan su cabeza... Se esconde entre los matorrales para saltar sobre su víctima y golpearlos.
Existen dos versiones de la historia, en la primera version cuenta la leyenda que hubo una vez un joven que descubrió que algo extraño estaba pasando entre su padre y su esposa. 
Unos dicen que el viejo le pegó a la joven. Otros sostienen que la violó. 
"Lo hice porque es una regalada", fue la explicación que el viejo dio a su hijo. 
La leyenda sigue con que el joven estalló en furia, y se enfrascó en una pelea a muerte con su padre. 
De los dos, el padre llevó la peor parte. El joven le asestó un fuerte golpe en la cabeza con un palo, que lo tumbó en el suelo, donde el hijo se le abalanzó y lo ahorcó. 
El abuelo del joven, que escuchó de la pelea, fue en busca de la víctima, a todos los efectos, su hijo. El abuelo juró castigar al joven, su propia carne y sangre, por el horrendo crimen que había cometido... contra su propia carne y sangre. 
Poco tardó en encontrarlo. Entonces lo amarró y le propinó una andanada de latigazos con un "mandador de pescuezo", típico del llano. 
"Eso no se le hace a su padre...Maldito eres, pa´ toa´ la vida", le decía. 
Para completar la sanción, le frotó ají picante en las heridas y echó al perro de nombre Turéco para que lo persiguiera. Hasta el fin de los tiempos le muerde los talones. 
Hay otra versión sobre los orígenes de El Silbón, pero no es más "amable". 
... El Silbón era un joven consentido, a quien un día se le antojó comer "asadura" de venado (el hígado, el corazón y el bofe del animal). 
Para complacerlo, su padre fue de cacería. Pero la jornada estuvo mala. Como se tardaba, el joven salió a buscarlo. Cuando lo halló con las manos vacías, decidió matarlo y sacarle la "asadura". 
El hijo entregó las entrañas a su madre para que se las cocinara. Como no se ablandaban, la señora sospechó y avisó al abuelo. 
El látigo, el ají y el perro entran a escena igualmente en esta historia. Son las armas con las que el llanero se defiende de El Silbón, pues huye de ellas como de la peste. 
Se cree que le succiona el ombligo a los borrachos. Y que para con los mujeriegos, no tiene piedad: que cuando tropieza con uno, lo vuelve pedacitos y le saca los huesos.
Esta leyenda se popularizo gracias al cantautor venezolano Damaso Delgado quien en en 1966 escribe y en 1967 graba su famosa pieza clásica: LA LEYENDA DEL SILBÓN. Esta leyenda se convierte en un extraordinario disco de impacto, difundida por todas las emisoras de radio del país, proyectando su nombre nacionalmente, elevándolo a la categoría de los mejores autores e intérpretes de la farándula nacional. 

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